lunes, abril 24
Confesiones de locura
Incluso ya no miro por la ventana. Pero veo tu fotografía; una imagen que siempre tuve miedo de tener. Y ahora es cuando recuerdo que no se si quiero o no, pero si extraño. Incluso ya no miro por la terraza. Ni los autos pasar, ni las luces que solo me provocan malestar y ya no esperanza, ni los edificios que demuestran la inmensidad del ser humano y sus ideas limitadas, ni la cordillera por la madrugad, ni el atardecer del sol ni el cielo con nubes de día y estrellas de noche, ni la calles por donde caminabas apresurado por la culpa de aquella ilusión del sentimiento. Entonces ya no doy un paso a pies descalzos por algo de frescura en mi vida, y deambulo, en vez, solitaria en pensamiento y realidad, por las avenidas, observando. Vivo mirando y escuchando. De vez en cuando me pierdo en esto y dejo de hacer. Incluso es rara la ocasión en la que, inconscientemente como un golpe recuerdo aquel recobeco que me tenía metida en la ciudadela consumista y en la casa de dolores, llena de pasillos angostos y oscuros, y sofás-camas desaliñados. Llena de nuevas expectativas y de encuentros que no me importó que terminaran siendo desafortunados. No por opción voluntaria lo dejé por una habitación más sólida y alta, pero que me daba la impresión de vacío, quizás por el hecho de que ni tiene más que espacio, cosas y falta de muebles. Incluso en esos dieciséis meses salía, en ocasiones a pies descalzos, a mirar. A veces sonreía y a veces lloraba, pero siempre tenía algo que mirar. Ahora veo, y encuentro vacío. Cosas las hay, Pero es solo una fachada ya. Ya nada hay. Y es entonces cuando me respondo, por alguna vez en mi vida, algo que no tiene reacción alguna al concretarse en palabras: dejo atrás. ¿Qué tal si hago en vez de pensar, en vez de darme vueltas? Y es entonces, cuando recuerdo que este puede ser el momento. Por una fracción de segundo recuerdo la novedad, los sueños, la disciplina y la añoranza de las lejanas tierras estadounidenses y sus patios acogedores. La nieve y las hojas, junto con recuerdos de personas construyen esa realidad, y estoy bien con eso nada más. No ansío más. Y el otro segundo me lo tomo para remontar mis pensamientos a aquellos primeros años de existencia en un departamento que si era, hasta lo que puedo retener, un hogar. Para que recordar las cárceles del intermedio, las inseguridades de la no vida, más que rescatar lo que me hacía sentir más viva: esas flores, como ya lo he dicho muchas veces, que me acompañaron en mi camino contra la sociedad, el odio, la desesperación, la tristeza, la esperanza y el amor. Las prefería tomar, aunque a la larga ellas también pudieran herirme. De todas maneras se que el ser humano cae en vacíos con o sin estas relaciones, a causa de tenerlas, o a falta de éstas. Y entonces, incluso tomo mi guitarra y no compongo melodías, sino que dejo que mis sentimientos se viertan en aquella melodía que lo dice todo pero no se lo dice a nadie. Incluso recuerdo el sonido de la voz en la canción, y evoco imágenes que quiero que se borren y no hayan pisado existencia. Pero dudo en que si eso es lo que realmente deseo. Y entonces recuerdo la frase pienso y luego existo, y le respondo al mundo: disculpa, pero por ahora no quiero pensar. Sumida en la inmensidad de un cielo negro y profundo que no posee movimiento ni aire, decido no decir más. No decidir más, dejar de lado la inseguridad y dejar libre al yo y al ello, y a nadie más. Porque nada permanece, ni siquiera los pensamientos, ni siquiera las sensaciones, ni siquiera las emociones, ni siquiera los sentimientos, ni siquiera los hechos. Y si estamos hechos y hemos creído en algo que siempre se va, SOMOS realmente? Y entonces nos comenzamos a inventar historias para llenar nuestro vacío, que quizás no es vacío porque el contenido siempre se nos escapa. ¿Qué queremos botar; qué queremos retener?¿Qué queremos olvidar y dejar; que queremos mantener y recordar? Incluso, sumergida en el encanto de lo real y lo irreal, logro construir una salida. Vuelvo a mi pueblo natal, para reencontrar otra ‘vida’, o quizás la misma que deje botada en el camino del pensamiento.
A aquellos que se hayan dedicado a leer tan extenso relato de la vida de una mera estudiante y personita mujer que no quería ser sensible ante el mundo, les comunico que está en planes un giro estatal en mi estancia por estos lares. Me pronuncio retirada de la vida actual y pasará un año más, después del cual moraré con mi ser amado, su conviviente bienintencionado y la pequeña bebé a las cercanías del aire fresco que no se si alguna vez he respirado en la realidad.
Incluso, me atrevo a decir, aún leo mis poemas escritos en papeles escondidos.
Incluso, logro recordar todo sentimiento, toda intención y toda falla.
Incluso, no se cómo no dejo de escribir y pensar en esto en solo segundos que se convierten en horas, siendo que debería estar durmiendo.
Prefiero soñar, pero sin embargo no descanso, pues no controlo mis ojos que buscan tu imagen en algún lugar, y mis oídos que buscan tu voz en el silencio.
Y entonces no estoy segura de estar buscando o tratando de borrar esa tibieza que tus palabras y tu abrazo hacían que me ahogara en un sueño que creía era el correcto. Y ahí no respiraba; pero todo estaba bien.
Incluso después de la desesperación, me quiero ahogar en tu olor. No miré por la ventana, pero aunque no pudiera ni estar en pie, ni respirar, ni pensar, ni ver, acercaba mi mano para oler. Para verte de nuevo. Nunca pude decidir si no quería verte más.
(Escuchen Exit y Hito no Iro de Baroque. Pídanmelas si no las tienen. Así quizás se les haga la idea de lo que hablo)
~Lane
colapsó a las 22:27 hrs
3 Weás que han surgido de esta gran weá:
este post es mas personalizado, para el Haru de Lane, pero la historia es también para que ustedes la lean. Y el aviso es también para todo el que desee informarse.
No debes olvidar. Si no de ke sirve ke el humano viva situaciones y experiencias. Lo importante es konservar lo bello y lo perfekto de la felicidad en kual dos personas pueden kompartir tan cerkanamente ke parece realmente un sueño.
Lane, siempre sere TU Haru.
Aunke siento tristeza al leer este testamento. Sobre la tristeza se para un noble y orgulloso honor, madurez y aunke no lo kreas, felicidad.
No pense ke algo asi me pasara alguna vez en la vida, pero ahora lo vivo.
El amor es tan valioso y tan bello ke para ke arruinarlo kon algo tan horrible komo las imperfekciones del ser humano. Prefiero rekuerdos de su belleza en mi mente.
Despues de todo admito ke lo vi. Vi al verdadero amor kon su perfekto principio y final. Tal kual este pobre y konfuso ser siempre soño.
TE AMO
Quiero verte...muy bello, demasiado intimo para opinar al respecto. Mire por las ventanas y verás nuevas cosas...estamos todas abajo esperándote...trata de no atrasarte, que vamos a tomar helado.
Te amo washa!!!!
Pai
Por favor, exprese las weás que le surgen de esta weá
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